“La agricultura es mi profesión, es mi pasatiempo, es mi vida”

Él es Antonio, o “Toño”, como le llaman sus amigos, tiene 65 años y es agricultor. “La agricultura es mi profesión, es mi pasatiempo, es mi vida. Voy a estar en el campo hasta mis últimos días”, asevera con determinación y sencillez.

Trabaja la tierra desde su adolescencia. A los 15 años su padre le introdujo formalmente en el negocio familiar y le enseñó todo lo que sabe acerca del campo. Siendo todavía muy pequeño le acompañaba a vender en los mercadillos y, desde ese entonces, su pasión por la agricultura no ha hecho más que crecer.

“Todos tenemos sueños y el mío siempre fue ayudar a mi padre y continuar su legado para mantener a mi familia”, asegura Toño con una gran sonrisa. Ya son muchas campañas de recogida de frutas y verduras llenas de trabajo duro y esfuerzo que le han tocado vivir en su huerta en Murcia.

La vida del agricultor conlleva varios sacrificios. Todos los días Toño despierta antes del amanecer. Riega sus tierras, en las que predominan melocotón, albaricoque, melón, pimiento, tomate, brócoli y lechuga. Recolecta, fumiga y planta. Además, recorre semanalmente 3 mercados, esos días debe compaginar sus tareas rutinarias en la huerta con la venta de frutas y verduras.

Trabaja de lunes a domingo. El poco tiempo libre que tiene lo disfruta con su esposa, María, sus hijos, José y Paco, que también forman parte del negocio, y sus nietos Helena y Nicolás, a los que transmite las enseñanzas y la sabiduría que una vez su padre compartió con él. Se percibe la emoción que siente al hablar de su familia. Toño sabe la importancia de la incorporación de nuevas generaciones de agricultores para la supervivencia del sector. Traspasar los conocimientos y tradiciones le llenan de ilusión.

Existen muchos agricultores como Toño, gracias a ellos día a día disfrutamos los sabores del campo en nuestra mesa. Conoce más historias como estas en nuestra comunidad de Agrobox bajo la etiqueta #HistoriasDelCampo.